El Top 5 de La Habitación
Publicado: diciembre 26, 2010 | Categoría: Diario | Tags
1. El Pezweon en El Metropolitano

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A pesar de lo que muchos creen -me lo preguntan todo el día- yo no recibo ni un centavo por los episodios de El pezweon en La Habitación (aunque me gusta bromear con la idea de que poseo acciones equivalentes al 0,0000001%, y que dichos episodios solo tienen como intención cuidar lo que me toca).
El mejor pago, ya fuera de bromas, que puedo recibir de este simpático pez (además de las sonrisas que me provoca cada vez que lo veo) es ser amigo de ese par de pastrulillos llamados Andrea y Carlos -creadores del popularísimo personaje- que son, a su manera, las personas más divertidas que he conocido.
A Andrea le gusta decir que yo soy el padrino de El pezweon, y me halaga (aunque todos sabemos el nombre de la institución que merece el honorable cargo). A mi me gusta bromear con Carlos y decirle, cada vez que lo veo, oe, tú eres el pata de El Pezweon, no? y él calla, necio.
Por cierto ¿ya tienen su agenda?

307 votos
Debo confesar que no creía que esto finalmente pasaría en Lima.
Vamos. Se lanzan centenares de convocatorias en Facebook donde confirman 18,000 personas y el mismo día no van ni 18 (recuerdo haber estado, solito, en el Parque Kennedy esperando a que una segunda persona llegue al Día Mundial de Don Ramón, evento que tenía al menos 5,000 «confirmados» en la red social).
Por eso no me canso de repetir que esto es lo más alucinante que alguna vez haya visto en esta ciudad.
3. Green Day en Lima: Rodrigo y la guitarra de Billie Joe

248 votos
Conocí a Rodrigo en la cola de venta de entradas para el concierto de Green Day e inmediatamente me llamó la atención no solo por su polo de Kerplunk -el segundo disco de Green Day, no ves así no más a fans usando ese polo- sino por el amor que demostraba por la banda.
Días antes del concierto, recibí mensajes de Rodrigo pidiéndome le pase cualquier dato para conocer/tener un encuentro con la banda (irónico, porque yo andaba en las mismas).
La noche antes del show nos encontramos en el bar del Swissotel -tenía puesto el mismo polo de Kerplunk- y ni siquiera nos saludamos, ni miramos, ni nada en la ridícula idea de hacer la menos bulla posible para que no se dieran cuenta que eramos fans. (?)
La noche del concierto, se trepó a cantar -terriblemente- Longview y Billie Joe le regaló su guitarra. En medio del público, de saltos y cantos pensé te lo mereces, weon.
4. Una conversación con Verónica Linares

236 votos
Solo he visto a Verónica Linares tres veces, pero hemos conversado tanto durante esas tres ocasiones que parece como si nos hubiesemos visto muchísimo más.
La primera vez, esta conversa. La segunda, el podcast que grabamos. En ambas, repetimos el mismo chiste durante la grabación: ¿De qué vamos a hablar si hemos estado hablando ya un montón durante el almuerzo?
Y eso es lo paja de ella: es una gran conversadora.
La tercera, hace tan solo unas semanas, no hubo grabación. Fue un lonche pre-navideí±o en la pastería San Antonio que se convirtió en tres horas de conversa non-stop.
¿Imagino que después de esto ya seremos amigos, no? me pregunta ella más o menos a la mitad del episodio que pueden ver arriba. Claro que sí, Verónica.
5. Spot para La Habitación de Henry Spencer

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A la mayoría de gente le encantó este spot. Los más renegones comentaron que nos estábamos montando sobre el escandalete generado por la Ministra de la Mujer, quien censuró el comercial original de El Bocón por considerarlo «violento».
La verdad es que la grabación de esta parodia la planeamos días antes que el tema reventara en medios.
Llamé un viernes a Daniel Marquina (@Marcuilas) para comentarle la idea. Le encantó. Me dijo podíamos hacerlo el lunes (yo, en realidad, quería hacerlo ese mismo día. Soy un poco así).
Al lunes siguiente me quedé dormido (me había quedado hasta tarde, o temprano más bien, interneteando) y cuando los llamé a la radio ya se estaban quitando. Quedamos, entonces, para el día siguiente.
El martes chapé mi combi y estuve tempranito ahí. Lo pasamos de lo lindo (pueden verlo en el making off). Llegando a casa lo edité y se volvió un pequeí±o éxito en Twitter y Facebook.
Al día siguiente, o creo que un par de días después, reventó el tema del spot original. Y el resto de la historia ya la conocen, pezweones.