3 minutos dentro de un cine porno
Como parte del recorrido de viernes por la tarde por la Plaza de Armas y el Jirón de la Unión (parte 1 y parte 2), Victor Mejía y yo decidimos caer en un espacio que también posee un lugar importante en el centro de nuestra ciudad: una sala de cine porno. La habitación de henry spencer.
En el gran escenario que representa una urbe, sus habitantes encuentran en los espacios de distracción y esparcimiento, un lugar de desahogo y tregua: una sala de cine puede llegar a ser una suerte de isla urbana, refugio de solitarios, parejas, e incluso de un grupo social entero. Así, un cine puede tomar connotaciones distintas, de acuerdo a cada asistente, enriqueciendo la importancia de su presencia en el contexto urbano. La sala de cine puede ser un lugar donde escapar en la ciudad, teniendo ya no solo una ubicación física, sino una en el imaginario de cada ciudadano. Para los cinéfilos la sala de cine tal vez esté relacionada al culto o al ritual, para el público en general simplemente al esparcimiento, mientras que las parejas pueden encontrar en ella un espacio cómplice y propicio. (Extraído del libro Ilusiones a oscuras, de Victor Mejía).