Déjenme contarles la historia bien. Era probablemente mediados del 2004 cuando una chica llamada Marí­ fue a ver una pelí­cula a la sala de la U. de Lima. En esta lugar trabajaba un chico llamado LC. Antes del filme se proyectó un corto. La espectadora, algo confundida, decidió preguntarle a este chico si lo que estaban proyectando era la pelí­cula anunciada. El chico cogió la linterna, la alumbró a la cara y le dijo cualquier desfachatez producto de su retorcido humor. Esta es la razón por la cual, para bien o para mal, Marí­ nunca me olvidará.

Esta es Marí­, una de las chicas detrás de El Gato Espacial. La encontré en una feria de ropa que organizó, junto a más de 25 marcas, en Oso Bar, uno de mi ex bares favoritos. La habitación de henry spencer.